
"QUIÉNES SOMOS"
Somos los representantes de una infinidad de planetas habitados por humanos y animales de todas las especies, que componen la Armoniosa Confraternidad Universal.
NUESTROS DESEOS
Desde hace muchos siglos: establecer un contacto fraternal con los habitantes del planeta Tierra. Tan sólo su carácter belicoso y las acciones destructivas han hecho imposible el contacto definitivo. Desde los tiempos más remotos, y por todos los medios a nuestro alcance, hemos intentado dar fe de nuestra existencia y de nuestras intenciones. Y anhelábamos que la Tierra centrase toda su inteligencia y esfuerzos en corresponder a nuestros intentos. En lugar de eso, recientemente las potencias más “civilizadas2 han procurado mantener en secreto muchas de nuestras apariciones sobre la Tierra.
Como nosotros somos gente de paz, nos hemos limitado a visitar periódicamente la Tierra y a observarla, siempre con la esperanza de que un día se establecería el tan deseado contacto definitivo. Contacto que no ha sido posible, repetimos, a causa de vuestras guerras, en las que , al paso de los tiempos, se han ido empleando recursos destructivos de mayor potencia, hasta alcanzar la situación actual, en que el planeta Tierra puede saltar por los aires en millones de fragmentos el día menos pensado.
NUESTRAS ESPERANZAS Y NUESTROS TEMORES
Cuando las superpotencias de la Tierra empezaron a lanzar naves espaciales hacia el Cosmos, albergamos la frágil esperanza de que fuesen mensajes de paz. Pero en seguida pudimos comprobar que tales acciones sólo eran nuevas empresas con vistas a consolidar el poderío bélico de las dos superpotencias que dominan y esclavizan al planeta Tierra. Cediendo así, una vez más, a la tentación secular de dominio, de esclavización y exterminación del prójimo, fruto de la inconmensurable soberbia y de la peligrosa imbecilidad de quienes detentan el poder político, militar y espiritual en la Tierra. Por eso, nuestras apariciones, que ahora son además operaciones de policía, han proliferado tanto en este último cuarto de siglo.
Actualmente, en 1981, podemos asegurar a los habitantes de la Tierra que una de dichas superpotencias tiene en proyecto la instalación de bases militares espaciales para amenazar y chantajear a todas las comunidades terrestres, en general, y a la otra superpotencia, en particular. Aunque siempre nos ha entristecido el ver a los habitantes de la Tierra destruirse mutuamente y emplear su inteligencia en hallar medios de destrucción más horribles, nosotros, fieles a nuestra ética cósmica de no intervenir en el desarrollo de otras vidas, y menos todavía de coaccionarlas o violentarlas, siempre nos hemos abstenido de actuar en la Tierra. Sin embargo, hoy, cuando una de las dos superpotencias amenaza el armonioso orden universal, establecido confraternalmente desde hace muchos siglos, con el transporte de artefactos altamente destructivos en sus naves espaciales, nos hemos decidido a enviar este mensaje, que esperamos no sea interceptado o adulterado como otras veces ha ocurrido.
NUESTRA ADVERTENCIA
Nuestra advertencia, siempre con miras fraternales, es, sin embargo, muy seria y resuelta: esa superpotencia (cuya identidad, hoy por hoy, no revelaremos) debe renunciar de inmediato a ese loco proyecto, ya que, en caso contrario y sin previo aviso (en realidad este mensaje debe ser considerado como una advertencia), procederemos a la congelación indefinida de toda vida en el área de su territorio nacional y las de sus bases esparcidas por el planeta Tierra y en el espacio. Poseemos medios sobrados para ello. Medios que hemos ido descubriendo, a lo largo de muchos siglos, buscando el fermento de la Vida y no el imperio de la Muerte, desconocida en los planetas de la Armoniosa Confraternidad Universal. Y queremos recalcar que este aviso vale también para la otra superpotencia y para todas aquellas comunidades de la Tierra que puedan ceder a la tentación de dominar el Universo. Pretensión ridícula, cuando todavía no han sido capaces de conocer y amaestrar el planeta sobre el que nacen, viven y mueren. Y a todas esas comunidades –grandes y pequeñas, potentes e importantes- les decimos que el contacto definitivo con nosotros no podrá ser establecido más que cuando quede bien claro que la Tierra desea vivir en paz consigo misma y con los demás. Y que, en lugar de surcar los espacios cósmicos con intenciones bélicas y destructivas, dedique sus principales esfuerzos y recursos a conocer a fondo las características y los maravillosos recursos de su planeta, único medio de que puedan vencer un día, a su vez, a la Muerte, dando a la Vida su única fuente de subsistencia: la del interminable descubrimiento de las inmensas e infinitas maravillas del Universo.
Dado en un macizo montañoso de la Tierra, en la mente de un mensajero terrestre, en la noche del 31 de agosto al 1 de septiembre de 1981."
Este ha sido pues la historia de Eduardo Pons Prades, y el mensaje que recibió por parte de los seres extraterrestres. Hay definitivamente muchos puntos por discutir, por destacar y por considerar, pero repetimos, el testimonio, por lo menos para nosotros, resulta ser sumamente valioso para el estudio de ese extraño fenómeno de los abducidos. ¿Qué les pareció la historia? ¿Una alucinación, algún tipo de manipulación militar, o un testimonio real?
No hay comentarios:
Publicar un comentario