PROYECTO VENUS: La Odisea de un mundo sin dinero.
Contemplar la posibilidad misma de habitar en una sociedad sin dinero, resulta hoy en día, una utopía. O eso es lo que quieren que pienses quienes manejan el poder económico. Lo que resulta innegable es que SOÑAR ES GRATIS. También a los grandes precursores de la humanidad les tildaban de soñadores. Y sin embargo toda nuestra tecnología se ha basado originalmente en eso; EN UN SUEÑO.
En el blog “Tejiendo el mundo”, aparece este interesante
artículo, sobre Jacques Fresco, un visionario que concibe, lo que por ahora
parece imposible;
El Proyecto Venus lo compone un grupo educativo de expertos ubicado en un Centro de Investigación de 25 acres localizado en Venus, Florida.
La experiencia nos dice que el comportamiento humano puede
ser modificado, hacia la actividad constructiva o destructiva. Tenemos los
instrumentos al alcance de la mano para diseñar – y construir – un futuro que
sea digno del potencial humano. El Proyecto Venus presenta una dirección
valiente y nueva para la humanidad que es plantear un rediseño total de nuestra
cultura. El mayor recurso disponible hoy es nuestro propio ingenio.
Mientras sociólogos y grupos de expertos formulan estrategias que tratan síntomas sólo superficiales, sin el sustento básico de lo social, el Proyecto Venus se aproxima a estos problemas de una manera diferente. Partiendo de la base que no se pueden eliminar estos problemas dentro del marco político y económico establecido, pues esto tomaría demasiados años para lograr cualquier cambio significativo, el Proyecto Venus aboga por una visión alternativa para una civilización sostenible nueva mundial diferente de cualquier sistema social que haya existido antes.
En este rediseño de la cultura, las guerras, pobreza,
hambre, degradación ambiental, y el sufrimiento humano no sólo son vistos como
innecesarios sino como inaceptables.
Nuestra historia nos enseña que los cambios han sido lentos,
al tiempo que líderes incompetentes han ido sustituyendo a sus predecesores,
pero los problemas subyacentes sociales y económicos permanecen porque los
sistemas en su base han permanecido inalterados. Está claro que los problemas
de hoy no pueden ser solucionados política o económicamente, pues no parece
haber suficiente dinero para pagar los cambios requeridos, a pesar de tener
bastantes recursos naturales. Por este motivo el Proyecto Venus aboga por la
transición de una sociedad monetaria a una basada en los recursos globales.
Pero esta transición de la cultura presente, que es
políticamente incompetente, orientada por escaseces y anticuada, a esta
sociedad nueva, más humana, requerirá un salto cuantitativo tanto en el
pensamiento como en la acción.
Básicamente este es un sistema en el que todos los bienes y
servicios están disponibles sin el empleo del dinero, créditos, el trueque, o
cualquier otra forma de deuda o servidumbre.
La Tierra es abundante con recursos abundantes; la práctica
de hoy día en racionar los recursos por métodos monetarios es contraria a
nuestra supervivencia. La sociedad moderna tiene el acceso a tecnologías
sumamente avanzadas que nos puede proporcionar alimento, ropa, alojamiento,
asistencia médica, un sistema educativo relevante, y un suministro ilimitado de
energías renovables no contaminates. Es ahora posible hacer que cada individuo
disfrute de un nivel de vida muy alto con todos los servicios que una civilización
próspera puede proporcionar. Esto puede lograrse con un uso inteligente y
humano de la ciencia y la tecnología.
Muchas personas creen que hay demasiada tecnología en el
mundo de hoy, y que la tecnología es la causa principal de nuestra contaminación
ambiental. Esa no es la cuestión. Lo que ocurre es que se está haciendo un mal
uso de la tecnología. Las máquinas debe servir para darnos calidad de vida,
para tener menos horas de trabajo y más vacaciones. Ellas no son una amenaza.
Si todo el dinero en el mundo fuera destruido, mientras la
superficie del suelo, las fábricas, y otros recursos fueron dejados intactos,
el hombre seguiría siendo capaz de construir aquello que deseara y satisfacer
también cualquier necesidad. El dinero no sería lo que la gente necesitaría,
sino el acceso libre a las cosas necesarias de la vida. En una Ecomía basada en
los Recursos, el dinero no sería necesario. Todo lo que se requeriría sería los
recursos y la fabricación y distribución de los productos.
Cuando la educación y los recursos estén disponibles a toda
la gente, sin una etiqueta de precio, no habrá ningún límite al potencial
humano. Aunque esto sea difícil de imaginarse.
En tal sociedad, la medida del éxito estaría basada en el
cumplimiento de búsquedas individuales más que en la adquisición de riqueza,
propiedad y poder.
El sistema basado en el dinero se lleva desarrollando desde
hace siglos. Todos los sistemas económicos del mundo – el socialismo, el
comunismo, el fascismo, liberalismo – perpetúan la estratificación social, el
elitismo, el nacionalismo, y el racismo, porque está basado en la disparidad
económica. Mientras un sistema social usaba el dinero o el trueque, la gente y
las naciones procuraban mantener una ventaja dentro de la competitividad económica,
y si no la tenían mediante el comercio se llevaban a cabo por caminos abusivos,
injustos y hasta violentos. Todavía hoy utilizamos estos mismos métodos
anticuados.
Nuestro sistema monetario no es capaz de proporcionar un
nivel alto de vida para cada uno de nosotros, tampoco esto puede asegurar la
protección del medio ambiente porque el motivo principal es el beneficio
propio. Nuestra tecnología va por delante mientras que nuestros diseños
sociales han permanecido relativamente estáticos. El cambio cultural no ha
acompañado al cambio tecnológico.
El sistema monetario se desarrolló hace años como un
dispositivo para controlar el comportamiento humano en un entorno con recursos
limitados. Hoy el dinero es usado para regular la economía, no en beneficio de
la población, sino para los que controlan la riqueza financiera de los paises.
Jacque Fresco es considerado por muchos como el Da Vinci de
nuestro tiempo, un ingeniero diseñador que se mueve por diversos campos
artísticos y tecnológicos. De 90 años de edad, es un autodidacta
multidisciplinar, que ha desarrollado incluso numerosos inventos.
Es el fundador de “El Proyecto Venus”, su visión personal y
globlal de la ciudad ideal, en una búsqueda por integrar lo mejor de todos los
avances técnicos de nuestra era para construir unos espacios más habitables.
Fresco ofrece un puñado de soluciones creativas a la mayoría
de los problemas de la ciudad actual, basándose en lo que considera un reajuste
de nuestra cultura, en un uso inteligente de la ciencia y la tecnología a la
vez que se protege el medio ambiente.




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